¿Qué carajo hago acá? Se ríe para adentro y piensa, seguro que aplicaciones para la VISA no. Tras una navidad en Buenos Aires y mil consultas de los medios morbosos y de migraciones acerca de Pyongyang, lo llamaron y salió para Asia de vuelta. No podía rendirse con aquel continente, aunque estaba todo dado para eso mismo. El destino claramente no era amigable y USA-friendly. De Pyongyang a Irán, polémico al menos.
La llegada a Teherán fue aún más confusa. Su primera vez en el mundo árabe y no empezó por Estambul o Dubái como se suele hacer. Todo más real, todo más radical, todo huele distinto, todo tiene especia, todo tiene sabor, todo tiene algún preconcepto anterior a lo real que captan los ojos. Irán es uno de los misterios del Mundo que solo pocos se atreven a descubrirlo. Y más llegar a Rafsanjan, una ciudad de 160.000 habitantes en el suroeste, conocida por su producción de pistacho y cobre.
El MES Rafsanjan tocó la primera división en 2020 y desde ese año, hace ya 8 que se mantiene en Primera, buscaba técnico y a Leiva le pareció una buena idea para entrar en el Medio Oriente.
En séptima posición, en un torneo completamente parejo entre el tercer y el decimosegundo puesto, el MES era una murga pero que marchaba con alguna que otra chance de seguir con vida en la Iran Pro League, totalmente dominada por los dos equipos más importantes del país: el Esteghal y el Sepahan.
Leiva estuvo podrido de Irán desde el día que llegó. Su vida era igual que en Corea del Norte: una ficción turística que no representaba su realidad. Quizá en Teherán las cosas eran diferentes, pero aquí, en una ciudad tan chica, las cosas son diferentes y el ritmo es lento y aburrido. Sin embargo lo único que lo salvaba de la locura aparente era la manada de brasileros que había en el plantel: siete en total.
El arquero Eduardo Capellari, del Mato Grosso, de último paso por el Bangú es quien traía las cachacas para pasar la noche desértica. Eliomar, de Rio Grande do Sul, es quien tenía yerba y porongos para poder cebar unos mates. El central, Francisco Hemerson ha salvado a más de uno en una crisis de fé con su evangelismo aprendido en Ceará. Hegon Henrique, de Santa Catarina sabía muy bien español y se comunicaba con Leiva acerca de novedades del fútbol sudamericano, junto a Vinicius Gabriel, Brian y
No pudo asentar nunca el 4-2-3-1 que venía campeón de Corea del Norte y sufrió también la desacreditación de perder el primer partido por 4-0. De los once partidos disputados en Rafsanjan, solo ganó 3: contra el 13vo, 14vo y 15vo de la liga. Empató 4 y perdió 4, incluyendo un 5-0 contra el campeón Sepahan y un 4-0 contra el Esteghal subcampeón. Fue una horrible experiencia, terminando el torneo en la séptima posición, misma con la que había agarrado
Tras el partido con Persépolis, que fue derrota 3-0 en la última fecha, juntó sus cosas y se sentó a ver la ciudad desde su casa. Un par de pistachos, queso y un té. ¿Qué hace acá? ¿Por qué vino? Claramente, no es la mejor de sus experiencias ni nada parecido y claramente, hay que cortar por lo sano. Redactó su renuncia, se la mandó al traductor y al club y se marchó en el primer avión que salió.
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